Al comienzo de la iniciación de un nuevo
negocio es cierto que hay que hacer frente con muchos gastos y, en ocasiones,
puede llegar a confundirse con la afirmación de que ‘para ganar dinero, hace
falta invertir mucho’. La realidad es que algunos emprendedores principiantes,
quizá gasten más dinero del que resulta estrictamente necesario durante la fase
de arranque de una nueva startup. Drew hendricks describió para la revista Inc. seis gastos que suelen compartir la mayoría de los emprendedores durante la
fase de iniciación de sus empresas y, que por el contrario, resultaría significativamente
más sensato su posposición durante un tiempo:
- El local comercial. Dependiendo de la finalidad de la empresa, en ocasiones, resulta obvio de la necesidad física del mismo. Sin embargo, para algunos negocios puede ser un recurso totalmente prescindible y, además, posiblemente significase el mayor ahorro del que pueden hacerse partícipes. El avance de la sociedad y de la tecnología está (cada vez más) haciendo posible que el trabajo se realice a distancia y que se cuente con una oficina virtual.
- Los empleados permanentes. Las contrataciones pertinentes deberán realizarse de manera cuidadosa y, además, puede resultar de mucho interés el recurrir a una empresa de recursos humanos. Es cierto que durante las primeras fases del negocio, resulta vital la incorporación de un profesional que presente un cierto tipo de habilidades; sin embargo, durante esta etapa, conviene tener cuidado con la contratación de empleados permanentes, que pueden ocasionar un considerable gasto. En ocasiones, puede resultar interesante el recurrir a empresas de contratación o a trabajadores independientes.
- Los materiales de Marketing. El objetivo de las inversiones en publicidad y marketing es el de garantizar una mejora del rendimiento; pero, a veces, esa inversión puede resultar demasiado costosa. Resulta mucho más interesante, durante esta primera etapa, recurrir al marketing digital; puesto que requiere una menor cuantía financiera para su mantenimiento.
- La fiesta de inauguración. Aunque, a veces, podamos dejarnos llevar por la emoción y queramos que nuestro negocio se inaugure por todo lo alto; la realidad es que este tipo de eventos suelen ser muy costosos y conviene enfocarlos adecuadamente para que se consigan otros beneficios derivados del mismo. Hay que plantear este tipo de situaciones como una estrategia para atraer clientes, mejorar la reputación, dar a conocer productos, etc. Si no se plantea de este modo, una fiesta en sí, únicamente supone un gasto excesivo que puede no resultar conveniente.
- El equipamiento de primeras marcas. En determinados puntos, sí que se necesita contar con una serie de elementos imprescindibles, o incluso, con una serie de marcas pertinentes para desarrollar ciertas tareas con una mayor calidad. Sin embargo, conviene no caer en el error de pensar que el gasto en estos aspectos no es preocupante porque se podrá desgravar; este término no siempre significa una recuperación íntegra del dinero y, además, grandes sumas de dinero desgravado podrían incluso atraer a Hacienda para que investigue tu negocio.
- Una estructura empresarial poco beneficiosa. Por último hay que analizar de manera cuidadosa, las distintas modalidades que se encuentran disponibles a la hora de formar una empresa, consultando para ello a un asesor contable y a un abogado empresarial. Es muy importante elegir el modelo de tu negocio, basándote en las propias necesidades e intereses que el mismo requiere; y no en lo que mejor quede sobre el papel.
Espero que esta información haya sido de
vuestro interés y que os ayude gratamente durante las primeras fases de la
creación de vuestro nuevo proyecto.
Un saludo,
