viernes, 16 de noviembre de 2012

Una Cumbre Iberoamericana dedicada a las PYMES, por Ivan Bedia

Hoy ha dado comienzo la esperada Cumbre Iberoamericana en la ciudad española de Cádiz. Un encuentro entre España y Portugal y una veintena de países de América Latina.
Esta edición existe un evidente desequilibrio entre los participantes. Los países pertenecientes al ámbito europeo atraviesan una profunda crisis, mientras las excolonias tienen previsto un crecimiento de un 3,2% y casi un 4% el próximo año.

España en América Latina, como principal inversor en la región y el segundo a escala mundial, intentará que parte de esa riqueza que genera su veloz crecimiento le ayude a salir de la crisis. Un rico y variado mercado de unas 550 millones de personas que reciben en gran medida con los brazos abiertos las inversiones extranjeras.

La Cumbre de Cádiz no será para las grandes empresas como Repsol o Banco Santander. El encuentro gaditano tiene previsto centrarse en las Pymes que necesitan de nuevos mercados para expandirse ante la falta de demanda local y europea. Mercados que buscan que el Gobierno pacte medidas que faciliten la entrada de empresas extranjeras en suelo latinoamericano.

Un escenario prometedor, cuanto menos, si tenemos en cuenta el vínculo idiomático que nos une con la mayoría de estos países, así como una estrecha afinidad cultural. América Latina ha dejado de ser aprovechable sólo por sus condiciones internas. Ahora también presenta otras ventajas comerciales como puentes hacia otros mercados como el sur y el centro de Asia.

He de confesaros que tengo buenos presentimientos en cuanto a los resultados de esta nueva Cumbre Iberoamericana. Al menos, espero que, por nuestro bien, resalten conceptos más allá del “¿por qué no te callas?” del Rey Juan Carlos al Presidente venezolano Chávez de la última cumbre.

Ivan Bedia